1/ Los márgenes originales de la estampa, antes que todo, deben conservarse enteramente. El marco es el que debe adaptarse a la estampa y no lo contrario. Una estampa, aunque sólo fue reducida con doblar el papel de los márgenes (¡hemos visto casos de este tipo!) pierde su valor. 2/ La trasera o fondo del marco preferentemente se recortará en cartón de museo, por definición sin ácido. Si la trasera es de cartón normal o de contrachapado, como suele ocurrir, dos materias ácidas, es imprescindible impedir cualquier contacto entre la estampa y la trasera colocando una hoja de papel a modo de barrera antiácida. De este modo resulta protegida la estampa de un contacto ácido que es su mayor enemigo; un temible enemigo que va generando paulatinamente una enfermedad, y atacando solapadamente la estampa. En un primer tiempo, ensombrece la trasera de la estampa, que día a día se vuelve más oscura, aparecen unas manchas amarillentas o rojizas, picaduras, (en realidad son hongos) sobre la trasera de la hoja. Al inicio de este proceso puede salvar la estampa una buena restauración. ¡Pero mucho cuidado! Ya que los buenos restauradores son escasos. Si estas picaduras persisten de modo importante quedará la estampa definitivamente dañada. 3/ Si el marco tiene las dimensiones exactas de la estampa, no presenta ninguna dificultad la fijación sólo queda por elegir el cristal (vea 4/). Con el fin de evitar por contacto un leve transferencia de los colores al cristal, se recomienda desprender el cristal de la estampa, colocando pequeños distanciadores de cartón sobre la zona de encaje del marco. 
Si elige un marco de tamaño superior a la de la estampa el enmarcador le propondrá colocar un paspartú. Evidentemente dicho paspartú se recortará en un cartón antiácido o cartón de museo. La estampa se fijará al paspartú mediante dos o cuatro esquinitas de cartón liviano sin ácido, colocadas a los cuatro ángulos. Estas esquinitas de papel no son agresivas sobre el papel y si acaso se deban sacar no crean « epidermure »* en la trasera de la estampa.
Hacer viajar una estampa
El artista es lo esencial pero por más que se considere su escasez, que sea firmada o no, el valor de una estampa reside también en su estado. Saber como manipularla con delicadeza (nunca pinzar el papel), como enmarcarla (respetando su unicidad en la forma y en el tiempo) saber como hacerla viajar son factores primordiales. Me preguntan a menudo como embalar una estampa o como limitar los riesgos gracias a un embalaje adecuado en caso de que viaje la estampa. Que sea nosotros quienes le mandamos una obra comprada o que nos mande una obra que nos vende, encontrará en esta página algunos consejos útiles. En el caso de que tenga que mandarnos una estampa Michelle Champetier le ofrece enviarle - a cuenta propia - el material necesario a un embalaje adecuado. 
Mejor que cualquier explicación puede ver directamente en este film como se realiza el embalaje de la mejor manera que sea.

Algunos consejos
Desde la creación de la página web de nuestra galería, muchos visitantes nos pidieron consejos acerca de la mejor manera de embalar una estampa, muchos deseaban saber si la buena calidad del marco respondía a determinados criterios y cuales eran éstos; otros se interrogaban acerca de la mejor manera de fotografiar su estampa.
Esta breve reseña sin pretensión trata de responder lo más sencillamente posible a unas preguntas que son perfectamente explicables.
Embalaje de una estampa en un tubo
Embalaje plano de una estampa
Mandar enmarcar una estampa
Nuestra larga experiencia en sacar estampas de su marco nos permitió darnos cuenta de los daños acarreados por malos métodos de enmarcar, daños con frecuencia irreversibles. Esta breve reseña podría titularse “Mandar enmarcar una estampa para conservarla en su estado original”. No se trata de hablar de la elección de la moldura, eventualmente del paspartú y de su color o de la relación entre la dimensión de la estampa y el marco.
Esto depende de una elección totalmente individual y responde al gusto de cada uno. Impera sin embargo una regla : el marco debe proteger y al mismo tiempo realzar la estampa. Aquí vienen algunos consejos básicos:
Otra técnica posible : se puede mantener la estampa en el paspartú con unas doble esquinitas de cartón liviano sin acido, colocadas en los cuatro ángulos: permiten sencillamente introducir los ángulos de la estampa en estas cuatro doble esquinitas. Se debe descartar cualquier cinta adhesiva, pegamento o esparadrapo (¡Sí, Sí esto lo vimos también!).
No olvide que una estampa puede enmarcarse entre dos láminas de cristal pero, con el tiempo, a veces, se transfieren los colores al cristal. Le aconsejamos descartar esta solución aunque reconocemos que es estética.
* Epidermure : es la huella que permanece en la estampa al arrancar una cinta adhesiva.
4/ Aunque es un poco más costoso que un cristal clásico, un cristal anti UV protegerá los colores de la luz y ayudará a mantener la estampa en su estado inicial. Es evidente que no se colgará una estampa enmarcada en una pared que reciba directamente la luz del sol. Una fuente de luz artificial demasiado cerca de su estampa también dañará los colores de la obra.
5/ Con el fin de impedir que el polvo o los productos contaminantes penetren dentro del marco, la trasera y el marco mismo deberán aislarse del aire con una cinta de papel engomado en toda la periferia de la parte trasera, o bien con cintas de papel kraft moreno.
Disfrutar durante años de sus estampas supone encontrar a un buen enmarcador quien sabrá aconsejarle y trabajar respetando las reglas del Arte.
Fotografiar una estampa
Una estampa hoja suelta, con Julie y Georges Braque
1/ La hoja de la estampa, sin enmarcar, que se quiere fotografiar debe cogerse con infinitas precauciones. Las tomas de foto en luz artificial tienden a modificar los colores reales de la obra (acentuando el amarillo y el rojo, a veces el azul) así que se debe tomarla con luz natural y difusa en la medida de lo posible. Se evitará la luz directa de pleno sol.
Si sacar la foto con luz artificial fuera inevitable, se tratará de crear una luz uniforme e indirecta sobre el conjunto de la estampa, evitando a todo coste el flash y las sombras. 2/ Se colocará la estampa sobre un soporte rígido perfectamente plano (se puede usar una placa de madera, por ejemplo o un cartón rígido) y se mantendrá sobre el soporte con pinzas de la ropa colocadas en cada ángulo. Se puede sustituir por una placa de hierro y cuatro imanes. 3/ La estampa y el soporte se colocan casi verticalmente enfrente del fotógrafo y en determinada altura (¡el respaldo de una silla es lo suficiente dócil para prestarle esta ayuda!)
4/ La fotografía de una estampa debe absolutamente tomar en cuenta no sólo la ilustración (parte grabada o litografiada) sino también los márgenes en su totalidad. ¡ Es una regla absoluta! La fotografía no deberá prescindir de la globalidad de la estampa y el fotógrafo siempre dejará un poco de espacio en toda la periferia.
El fotógrafo cuidará de tomar el cliché sin estar demasiado cerca de la estampa con el fin de evitar de “redondear” los bordes de la estampa. Deberá siempre alejarse de algunos pasos de la obra pero acercándola lo más posible mediante el zoom.
Con el propósito de equilibrar lo máximo posible las líneas de fuga perspectivas de la hoja, la posición ideal del ojo del fotógrafo (por ende de la cámara fotográfica) se sitúa en el centro de la estampa. 5/ Algunas fotografías de detalles de la plancha serán de gran utilidad : la firma, la numeración, el titulo (cuando viene indicado) o cualquier inscripción manuscrita, impresa, o marca (por ejemplo cuño seco del editor); el filigrana del papel que se captará por transparencia con una luz viva colocada detrás de la estampa, es también una información interesante. 6/ No olvide que no ha terminado el trabajo mientras no haya fotografiado el reverso de la estampa. El reverso de la hoja es de suma importancia para evaluar su estado y por ende para establecer su valor. Se procede de la misma manera que con el envés.
Una estampa enmarcada con Stéphanie y Joan Miro
1/ Como en el caso anterior, la toma de fotografía se hará si es posible con luz natural pero - cuidado - sin soleamiento directo. Es evidente que la mayoría de las recomendaciones 1/, 2/, 3/, 4/, 5/ del capítulo anterior son idénticas en el presente capitulo. Allí encontrará algunas sutilezas necesarias para evitar el terrible inconveniente del cristal que tiene por mala costumbre de reflejar quien se coloca enfrente. 2/ Para evitar que el fotógrafo se refleje en el cristal del marco, él no se colocará enfrente de la estampa sino a la izquierda o a la derecha, sin exagerar, justo en el límite de su desaparición de la parte reflejada, con el fin de que las líneas de fuga perspectivas de la hoja, y en este caso, del marco, no sean demasiado importantes. 3/ Con el fin de eliminar los demás elementos que inevitablemente se reflejarían en el cristal, el fotógrafo “tapará” la zona reflejada por el cristal colocando una superficie clara y uniforme, o orientando la reflección del cristal hacia una pared blanca o un soporte rígido (una placa de madera clara o de cartón rígido son suficientes). Antes de sacar la foto, el fotógrafo al dirigir su cámara deberá comprobar que no queda ningún reflejo perturbador.
4/ Con la fotografía realizada de este modo el fotógrafo que suele usar “photoshop” fácilmente podrá eliminar las líneas de fuga de la estampa y corregir cuidadosamente las verticales y las horizontales. 5/ No olvide de sacar una foto del dorso de la obra. Permitirá evaluar la calidad del soporte de la estampa, que desgraciadamente suele ser de un material ácido (cartón o contrachapado).