Paralelamente a esta evolución técnica refinada adquirida en la práctica, persigue su historia de amor con la impresión. Elisa Varini se une al grupo de los Jóvenes Grabadores y dispone de un taller de imprenta y con ellos participa a varias exposiciones colectivas en la región de Milano y a unos portfolios de artistas; enseña el arte del buril en la Academia de Bellas Artes, de Brera a Milano, de Carrara a Bérgamo y en la Escuela de Artes Aplicadas del Castello Sforzesco, en Milano. Sintiendo la necesidad de nuevos estímulos, trabaja por un tiempo, entre 2018 y 2019, en el taller Contrepoint en Paris donde los artistas Hector Saunier, Shu Lin Chen, preservaron y transmitieron la herencia del Taller 17 de Hayter.
Sus investigaciones desde joven con la sola ayuda de los textos y sus experimentos en el taller resultan completados por el testimonio de los que habían frecuentado el Taller donde el uso del buril se había vuelto no solo un narrador sino un protagonista. Durante estos años, Elisa Varini vivió en la Costa Azul donde tuvo la oportunidad de trabajar en el Taller de Le Safranier en Antibes. Los descubrimientos en las galerías de las obras de Hayter, Roger Patiel y Jim Monson le dan una sensación de familiaridad y de atmosfera perfecta de expresión en un estilo próximo al suyo, sin que ella pierda la identidad propia.
Elisa sigue un recorrido casi intemporal. En el taller de orfebrería, quiere adquirir las antiguas técnicas del grabado e impregnarse de su expresividad gestual pero busca la contemporaneidad en una forma de meditación en la acción que le permita una sumersión total en la materia, “viajando a lo largo de la plancha como si navegara en el mar, quitando los rizos de metal como las olas lo hacen en la proa de un barco”. La austeridad de un arte duro, de preeminencia masculina, resulta interpretado en un modo delicado y femenino. Su inmersión en la obra la lleva hacia un mundo minúsculo e interior en el que las líneas sumamente fluidas y delicadas alternan con la potencia del gesto, en el que el metal esta recorrido por líneas mas gruesas sin que pierdan gracia.
Tanto en sus trabajos con el buril como en los fondos colorados con oxidaciones y mordeduras, residen unas historias sutiles que no son explicitas; la materia misma es la que expresa y revela lo que difícilmente podríamos saber, si no fuera por nuestra parte inconsciente, remontando a las formas de los arquetipos; las temáticas de los lazos familiares y del amor están evocados en un advenimiento fluido; los enlaces no son nudos sino unas conexiones dinámicas entre las presencias y abarcan en sus formas todos los matices de un futuro.
Estamos seguros que tendrá un gran placer al descubrir su trabajo.